EL SENDERO DEL GALLITO DE LAS ROCAS EN EL ACR CODO DEL POZUZO
- DIRECCION REGIONAL DE COMERCIO EXTERIOR Y TURISMO
- 23 jun
- 3 Min. de lectura
Escrito por Fiorela Gargate
En el corazón de la selva de Huánuco, donde las nacientes de los ríos Sungaroyacu y Chorropampa murmuran secretos ancestrales, se esconde un tesoro natural denominado Área de Conservación Regional Codo del Pozuzo, ubicado en el distrito del mismo nombre provincia de Puerto Inca, con una extensión superior a 10.400 hectáreas, que busca conservar los ecosistemas montanos húmedos y la diversidad de flora y fauna silvestre que alberga el lugar; así como también, brindar bienes y servicios ecosistémicos a las poblaciones aledañas, mediante el aprovechamiento sostenible de la naturaleza.
En el vibrante sector Tingo y a lo largo del serpenteante sendero Gallitos de las Rocas, la naturaleza te invita a ser testigo de un espectáculo sin igual y una aventura que trasciende lo común: "UN LEK DE GALLITOS DE LAS ROCAS". Este es el escenario de un espectáculo mágico que inicia cuando el cielo aún está teñido con los primeros destellos del amanecer, donde se puede disfrutar también del aire fresco cargado con el perfume de las orquídeas del lugar y el eco distante de la vida salvaje. Alrededor de las 4:30 am, el silencio se rompe por una explosión de color y sonido, los protagonistas de esta historia han llegado y es así que podemos apreciar entre las ramas de los árboles a los coloridos Gallitos de las Rocas (Rupicola peruvianus), nuestra majestuosa Ave Nacional, con su plumaje anaranjado intenso que parece fuego en medio del verdor y sus crestas que desafían la gravedad.

Llego la hora en el "Lek” donde los machos se congregan en un despliegue de cortejo que busca dejar sin aliento a sus futuras parejas, pero que también deja sin aliento a todo espectador. Aquí, no solo se realiza el avistamiento de estas aves, sino que es una inmersión en el corazón de un ritual milenario, donde los Gallitos de las Rocas macho danzan al compás del sonido natural de la copa de los árboles, emitiendo una variedad de vocalizaciones, desde graznidos y gruñidos sonoros que pueden alcanzar la cacofonía, hasta agudos chillidos; y con sus movimientos rítmicos, saltos acrobáticos y aleteos sincronizados, cada uno lucha por la atención de las hembras, que observan discretamente desde las ramas.
Este ballet natural se extiende durante las primeras horas de la mañana, siendo el momento ideal para la observación entre las 5:00 am y las 6:00 am, cuando la intensidad de la luz es perfecta y los machos están en su máximo esplendor. Aquí observarás como los machos establecen sus territorios y se exhiben con todo su esplendor, para que, con un solo toque en la espalda o el hombro, la hembra los seleccione de entre los demás, logrando su objetivo, una declaración de amor.

Este momento lleno de vitalidad, es una lección de cortejo y supervivencia que solo nuestro Área de Conservación Regional Codo del Pozuzo puede ofrecer. Asimismo, al atardecer, también puedes tener la fortuna de verlos, aunque por periodos más cortos, aproximadamente de 3:30 pm a 6:00 pm, regresando a sus refugios.
Visita el Área de Conservación Regional Codo del Pozuzo, una conexión profunda con la biodiversidad peruana, que permite comprender el equilibrio de la naturaleza y la importancia de la conservación; y sumérgete en esta experiencia inolvidable que te presenta este sendero donde tendrás el privilegio de ser testigo de uno de los rituales más espectaculares del reino animal, una historia de amor, de competencia, de vida, que se desarrolla ante tus ojos.
Deja que el resplandor de los tunquis ilumine tu espíritu y te regale un recuerdo que atesorarás para siempre. ¡La magia de lek del sendero del gallito de las rocas te espera!



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